jueves, 6 de octubre de 2022

el maquio

Todavía mueren más mexicanos en accidentes automovilísticos que en balaceras: me parece que alrededor de 400 diarios. Puede ser: fue la suerte de mi abuela, una tía, su hijo, y mi padre.  Apenas antier estuvo a punto de atropellarme un maldito taxista que le quiso ganar al semáforo rojo. Son tan brutos, que entre ellos chocan. Y eso que perro no come perro.

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Actualización: desde 2021 los homicidios superan las muertes por accidentes.

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Manuel J. Clouthier, El Maquío, y Javier Calvo, mueren el 1 de octubre de 1989 en un carreterazo, al parecer embestidos por un camión torton, mientras se dirigían a toda velocidad a la toma de posesión de Ernesto Ruffo (PAN), gobernador electo de Baja California (tocó a Luis Donaldo Colosio, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, reconocer la derrota y nunca se lo perdonaron). 

Años después, en diferentes eventos pero en la misma carretera 57 de Querétaro, mueren Adolfo Aguilar Zínser (CISEN en la Administración Fox y declarado defensor del agua; su abuelo fue ni más ni menos que Miguel Ángel de Quevedo, apóstol del árbol) y José Ángel Conchello Dávila (PAN, como senador siempre se opuso a la privatización de las pensiones que impulsó Zedillo con las AFOREs y al robo de petróleo en el anillo de dona en el mar territorial de México, aquí apoyado hasta por Heberto Castillo Martínez).

Parque Independencia (marzo de 1987) - Vengo como periodista, dijo Tay atajando al preguntón. Desde Francisco I. Madero, todos los candidatos presidenciales han hecho campaña en Coatzacoalcos. Al ingeniero estuvieron a punto de atropellarlo en la Avenida Zaragoza, pues bajándose del autobús El chamaquío, estacionado a un lado de la Iglesia de San José, cruza el carril que va de Poniente a Oriente sin fijarse del Valiant o Dart K color crema que viene a toda carrera. Afortunadamente, el conductor frena, el sinaloense pega un brinco y se para en el camellón, van a intercambiar insultos el chofer y el peatón, pero al final el chofer, sacando medio cuerpo, reconoce al temible ex quarterback de los borregos salvajes de El Tec y se va pitando con el brazo en alto. ¿Cuál era la prisa? El candidato llegaba tarde, pues no lo dejaron ingresar al campus de la UV. Casi se va a los golpes con los porros patrocinados por el partidote. Eric Clouthier, uno de sus 11 hijos, le cuidaba las espaldas: desde la campaña para gobernador de Sinaloa, el empresario sabía que el gobierno no se tienta el corazón con los opositores: ¿vieron cómo por la mañana la Dra. Sheinbaum amenazó al Dr. Miguel Ángel Mancera? En la tarde el senador del Grupo Plural se había doblado en favor de la militarización de la seguridad pública hasta 2028. Al final del mitin, la plancha del parque estaba llena y hasta los empleados del ayuntamiento se asomaban curiosos por las ventanas. El candidato presidencial del PAN recibe una carretada de aplausos (la gente llegó a escucharlo a pesar de que el Parque Independencia estaba a oscuras, cortesía de los trabajadores de la CFE afiliados al SUTERM, aliado del PRI).

   Luego se fue de volada a instalar el Comité Directivo Municipal del PAN, en Malpica 1614, que fuera muchos años después oficina de Juan Bueno Torio.

Ricardo Rocha lo entrevistó para Televisa (Para gente grande, noviembre 29, 1987). "No veas 24 Horas porque no dice la verdad" había dicho Clouthier porque tergiversaban todo o no informaban nada para favorecer la cobertura mediática del candidato oficial. Cuando quiso entrar por la fuerza al consorcio, cerraron las puertas. "Que hable México" decía con los labios sellados, porque no había libertad de expresión. 

Tatiana Clouthier, que dirigió redes sociales durante la campaña presidencial de AMLO, deja la Secretaría de Economía, quizá por no coincidir con Andrés Manuel pero tampoco con Manuel Bartlett, director de la CFE, respecto al T-MEC. La popular tía Tatis seguramente leyó el acuerdo comercial (estudió Letras Inglesas), pero el tabasqueño probablemente no se tomó la molestia de leer lo que firmó. 

Para leer: Análisis del libro de Tatiana Clouthier, Maquío, mi padre

Muerto Clouthier, Ricardo Rocha diría: Manuel J. Clouthier era un estadista sin Estado. 

Sí, en ese templete en la esquina de Llave, alguna vez hubo un teatro al aire libre en nuestro zócalo. Ahí, en esa triste plataforma de cemento, Maquío comenzó su discurso leyendo una carta del sindicato petrolero, donde se pedía votar por Carlos Salinas a todos los trabajadores, de planta o transitorios, so pena de perder el trabajo. "Unidos venceremos", decía la misiva no recuerdo si firmada por Chico Balderas o el profe Sebastian, alguien así.

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