Abril 7, 2025 - Es la página 507, el licenciado López-Portillo ha entregado la Dirección de las Juntas Federales de Mejoras Materiales al consuegro del presidente Díaz Ordaz. Cerrado su despacho, ha seguido su vocación por el servicio público, "aunque sea de barrendero".
El ingeniero Díaz Serrano, su amigo de la adolescencia, lo saca del desempleo: sería su asesor jurídico. Tiene tiempo para escribir. Empieza su Quetzalcóatl.
Su libro, su vida, se lee así: como un cuento (sus litigios en Guanajuato o Acapulco, su viaje a Caparroso). Por eso se publicó en Fernández Editores. Y como ustedes saben, escribir para niños es la cosa más seria del mundo.
***
Iniciamos Mis Tiempos, biografía y testimonio político
del que quiso ser el último presidente de la Revolución, y pasó como el
presidente más culto de México (Zedillo: el más preparado, Salinas: el
más mañoso, Obrador: el más sinvergüenza). Como sea, todos terminaron
mal: el país es demasiado grande y complejo, arrastra viejos problemas y
surgen nuevos y nada o casi nada se resuelve por mala política y peor administración.
Dicho eso, lamento mucho que el licenciado haya cometido la pifia de referirse a José Cardel, Ver., como Cardiel. Aunque, desde luego, la culpa es del editor, que no hizo su trabajo. Por lo demás, la pareja López Portillo - Echeverría hizo la Ruta de la Independencia, la del Istmo de Tehuantepec, la de Cortés. Los Polivoces hacían mofa de los boy scouts: recuerdo a Agallón Mafafas y su cabo, Juan Garrison, cantando aquello de Somos exploradores, somos exploradores, y nos vamos en el chu chu, marchando como dos ñoños. "El paternalismo hace mucho daño a la gente" (Enrique Cuenca era empleado bancario, y ya sabemos cómo acabaron los bancos privados de este país).
Mis Tiempos. Dos volúmenes, usados. Aparentemente, jamás leídos. Parece que con las hojas completas. No vienen rayados, lo cual se agradece. El primer tomo es biográfico. El segundo, testimonio político (tal y como lo dividió Krauze en su serie dedicada a Los sexenios). Quiero pensar que ambos volúmenes estuvieron por ahí embodegados. O en el librero de alguien, lustros: el papel que no es papel luce amarillento, desvaído por la resolana. Sí que se nota el deterioro: la portada plastificada ha empezado a despegarse. Tenía la impresión de que el formato era mayor, 25x18, pero no lo es tanto: las memorias políticas de Miguel de la Madrid son todavía más voluminosas (aunque, eso sí, en un tomo Cambio de rumbo: testimonio de una presidencia). Recuerdo que la canalla de Proceso se burlaba de los afanes literarios del político diciendo que Fernández Editores publicaba libros para niños. Yo recuerdo que en la escuela primaria teníamos un diccionario escolar de ese sello editorial, pero de los cuentos para niños sólo recuerdo a la Editorial Novaro: mi mamá me los leía cuando era pequeño y porque creo que también publicaba cómics (tebeos, le dicen en España, probablemente por onomatopeya de la abreviación TV). Desde luego, parece que sólo hubo una primera edición. De la misma editorial, Ellos vienen, la conquista de México.
De cualquier manera, qué bueno que se animaron a escribir. Sobre todo porque en este país nadie lee y mucho menos publican. Es como llevar un blog, nadie te lee porque nadie se entera. Si acaso un bot pasa revista anexando palabras a un índice y examinando el contexto. Por eso lleva tiempo salir de la caja de arena: Google quiere mi dirección.
Hoy, la famosa Colina de El Perro ya no existe: empezaron vendiendo los libros de la biblioteca del expresidente y terminaron demoliendo el conjunto de cuatro casas construidas en terrenos ejidales, creo que en Cuajimalpa, Ciudad de México. Dicen que la mansión podía verse desde la carretera a Toluca.
***
Se ha dejado la política a los políticos, por eso unos se venden y
otros extorsionan: tienen un monopolio (el sueño de todo comerciante).
Hay poco civismo y mucho menos ciudadanía (no te comprometas). Y la real
oposición, acosada, como la prensa (Humberto Padgett deja el periodismo tras violento asalto). Sin trabajo no hay nada, decía JLP: Diez meses después, Padgett se queja en Twitter de que su queja se convirtió en renuncia.
Estados Unidos siempre ha estado interesado en el territorio, pero no
en la población. Por eso tratan a los paisanos como ciudadanos de
tercera clase. No pierdo la esperanza de que, algún día, California y
Tejas se anexen a la República Mexicana. Por ahora, don Gato y su
pandilla van a dinamitar el T-MEC porque quieren hacer de esto una
república bananera y revivir el programa de sustitución de
importaciones: sólo así cortarían de tajo la posibilidad de que la gente
salga adelante sin depender de las miserias que reparte el gobierno,
principalmente en el Norte y El Bajío.
* * *
Época tarzánica - Pepe y su primo Luis Basave hicieron la casa de Tarzán en la copa de un pirul
en la casa de su tío Carlos. Recuerda con mala leche al niño (ellos
tenían ya 14-15 años) Julio Scherer, primo lejano por parte de padre,
mirarlos desde el suelo volar: "Y así ha sido el resto de su vida". (Cfr. p.
102). Puta, eso dice del ex director de Excélsior y director fundador de Proceso: no pago para que me peguen, diría el presidente. Sí, nada más que la publicidad era gubernamental, fondos públicos (no partidistas). ¿Y el derecho a la información?: ahora se olvidaron hasta de las audiencias: la lesbiana de Canal Once o Catorce, da lo mismo, entrevistando en la que fuera la oficina del presidente en Los Pinos. Para eso les alcanzó a estos cuatroteros: canales del Estado para propaganda partidista.
Tuvieron un combate singular: Los Halcones, la palomilla que comandaba Luis Echeverría, lo eligió para enfrentarse a "Buster", de la palomilla rival, de la calle Morena.
Esto parece obra de la inteligencia militar cubana (desde siempre, el
régimen castrista ha buscado vivir de los demás, sus propios ciudadanos
expropiados, los extranjeros expropiados, la URSS, Venezuela, México).
De manera que el régimen del tabasqueño busca reiniciar el México
estatista de los 80s. Pero sin el saber hacer de los funcionarios y
empresarios que hicieron posible el miniboom petrolero de 1978-1981. El
bobo ni siquiera pudo producir la vacuna Patria, encargada al Hospital
Monte Sinaí de Nueva York. En el meollo de esos años estaría el parotote
que le hizo Bartlett a la banca internacional: pagar con dólares del
narcotráfico. La idea no es descabellada: Reagan no había tenido empacho
en encargarle fondos negros al coronel Oliver North para financiar a la
contra nicaragüense, vendiendo drogas en Irán para comprar armas. El
mamarracho de Rafael Caro Quintero dijo que, si lo dejaban, él podría
pagar la deuda externa. El Banco del Bienestar, un banco sin
ahorradores, ha sido investigado en EEUU por blanqueo. Creo que ni
siquiera puede operar las remesas de los paisanos, que siempre han sido
superiores a la renta petrolera y al libre comercio.
800 mil
muertos por mala gestión de la pandemia. 200 mil homicidios por abrazar a
los criminales. El régimen de mentiras busca eliminar a la población
que sabe de dónde vienen y hacia dónde van.
El
expresidente tenía 63 años cuando se había largado a Europa (en Roma o Madrid, no recuerdo, los mexicanos le ladraban; con Peña Nieto se toman selfies). Yo todavía
veo catarinas en el jardín. No todos los días. Pero sí a veces. Tienen
colores muy vivos, pero sólo recuerdo haber visto de un naranja
brillante, casi rojo. Me gustaría dejar el país, pero no tengo ni dinero
ni papeles. Vamos, me urge hablar inglés.
JLP
había pensado en dos años de recuperación, dos de consolidación y dos
de crecimiento acelerado. Al final, "se me traslaparon las etapas". "Se
aflojó mucho", dice de la Madrid en su testimonio político. Hombre: el
régimen de la renovación moral terminó robándose la elección
presidencial de 1988.
Fue el propio Salinas el mensajero del presidente: "Vamos a tirarle
mierda a tu padre", le diría a José Ramón. Cuando metieron preso a El
Hermano Incómodo, don José dijo: "no voy hacer leña del árbol caído".
"Mexicanos
chicharroneros" (porque aquí sólo mis chicharrones truenan), decía el
abogado López Portillo. "No me vengan a mí con eso de que la ley es La
Ley" dijo Obrador. Hay un mar de diferencia.
José López-Portillo y Pacheco, Mis tiempos (primer tomo). Fernández Editores. Coyoacán, Benito Juárez, Ciudad de México. Primera publicación: 1988. 688 pp.